Esta frase que a priori podría parecer un insulto, tiene su origen en la edad media, cuando el derecho de pernada se extendía por toda europa y los nobles hacían y deshacían a su antojo. A esos nobles se les conocía como «hombres de bien», mientras el resto eran considerados «plebeyos», es decir, hombre de bien es sinónimo de noble.
Como todo el mundo sabe, en Fuenteovejuna el pueblo se levantó en contra de los abusos del comendador y lo mantan «todos a una». Revueltas como esta se repiten por toda la provincia de Córdoba, aboliendo por completo el derecho de pernada. Por eso resulta improbable que un cordobés nacido a partir de ese momento fuera un «bastardo» del señor, es decir, tuviera sangre noble.
Cordobés y hombre de bien (noble) no puede ser.