Todo el mundo ha oído alguna vez la leyenda urbana de que el café más caro del mundo procede de los excrementos de una cabra/mono/pájaro (la historia cambia dependiendo de quién te la cuente. Pues, señores, desgraciadamente, es real, así que toca hablar de mierda, que la escatología siempre tiene seguidores.
Como otras grandes «guarrerías» gastronómicas, el Kopi Luwak nos traslada al Sudeste asiático, más concretamente a Indonesia: allí, entre los abundantes cafetales, habita la civeta, un animal parecido a un gato, cuya dieta se basa casi exclusivamente en la semilla del café.
A lo largo de su sistema digestivo, la civeta digiere la parte carnosa de la semilla, excretando finalmente el grano después de una disgestión de unas 24/36 horas, proceso durante el cual el grano ve alteradas sus propiedades e incluso llega a germinar.
Ya solo queda que el indonesio de turno, curioso y gastando un hambre atroz, recoja las deposiciones del animal (de las cuales cuelgo una foto para demostrar que no son nada agradables e imagino que cumplirán el estándar de mierdas en lo tocante a olores), y se le ocurra tostarlas y hacer café con ellas.
Al parecer, el mercado del Kopi Luwak se vio amenazado en 2004 por la muerte de miles de civetas debido a una epidemia, por lo que se inventó un sistema artificial para recrear el tracto digestivo del animal, que a su vez sirve para vender una variedad de Kopi Luwak a un precio más asequible.
Una advertencia, existen imitaciones de Kopi Luwak: civetas alimentadas en jaulas con granos de café no maduros e incluso variedades elaboradas con excrementos de otros animales.